martes, 28 de noviembre de 2006

Cucarachas

La cucaracha: una plaga doméstica.
De todos los seres vivos que nos rodean, los que más me repugnan son las cucarachas.
Por el día no se las ve, viven entre nosotros, escondidas y en silencio, pero aprovechan las oscuridad de la noche para salir de sus escondrijos.... pero poco a poco, las cucarachas se hacen mas fuertes.
Antes la luz del dia les daba miedo, pero ahora, ya no, se ven por la tarde y por la mañana, no les da miedo nada.
Cuando fuera hay una cucaracha, deben de haber escondidas miles de ellas.
Odio a las cucarachas.


miércoles, 22 de noviembre de 2006

Un año de Blog

Parece mentira, pero es el cumpleaños de Mi cachito de intenné.
Hace un año mi vida era totalmente distinta y prácticamente igual que hoy...bueno, en fin, se que no parece tener demasiada lógica.
Me han pasado muchísimas cosas en este año: he pasado por miles de estados de ánimo, desde la ilusión más alucinante, hasta la decepción más desastrosa, desde los reencuentros más ansiados, hasta las despedidas más inesperadas, he conocido a extraños que han pasado a formar parte importante en mi vida y desconocido a amigos amados que la han abandonado por completo. He visto llorar obcecado al corazón más racional de entre todos los corazones y atarse al corazón más indomable.
Me he mudado, he viajado, he aprendido mucho en mi curro y mucho más de mi corazón, mis lágrimas y mis risas, me ha salido una cana, he casado a dos amigas. Me he sentido comprometida, libre, lanzada, tímida como una adolescente, aburrida, explosiva, activa, una reina (la de Thule), curiosa, vaga, tambien la bruja mala del cuento (de cualquiera).
He estado sana y pachucha, he sentido dolor y placer, miedo y tranquilidad. Tengo 3 manías nuevas y he abandonado una antigua.
Tengo muchos planes a corto plazo, algunos a medio y ninguno a largo plazo.
He tenido muuuuucha suerte y aunque algunas cosas no hayan llegado a su debido tiempo...nunca es tarde.
Bueno, eso, que ha pasado un año y aqui sigo, prácticamente en el mismo punto... eso si, despues de caminar, pasito a pasito, los 360º que me separan del 22 de noviembre del 2005.
Y sin más preámbulos, paso a poner enlaces a los 10 post que más me gustan a mi, y tambien a los 10 post atraves de los cuales ha entrado más personas a este cachito que considero mio del ciberespacio:

Mis prefes:

  • La piedrita
  • Más que un beso
  • Verano - Presto
  • El Principito
  • Sintonía
  • Mi coche
  • Puede Ser
  • Sentimientos
  • Yo aprendí
  • Lujuria

  • Los mas linkados:
  • Oliverio Girondo
  • Anorexia y bulimia
  • de Mujeres De Ojos Grandes y De mujeres de ojos grandes II
  • Opá, yo viajé un corrá
  • Matrix en gaditano
  • Rita Pavonne - Il Ballo del mattone
  • Tom Welling
  • Las 7 Maravillas
  • Coulan
  • Tatuajes



  • lunes, 20 de noviembre de 2006

    Montañas rusas en la lejanía

    ¿Sabéis ese momento en el que te estas quedando dormido?.
    Oyes todo como difuminado, como si lo que te rodea no tuviera nada que ver contigo, ni formara parte de tu mundo, entonces la cabeza se te llena de una sensación parecida al mareo, te sientes bien y nada es realmente importante, sólo te apetece dejarte llevar, a ser posible con una sonrisa en los labios, aunque en el fondo sepas que es una sensación sin ninguna base real y sobre todo pasajera, casi fugaz.
    Algunas veces la vida es así: los grandes dolores parecen lejanos, pero también las grandes alegrías. Ninguna sensación fuerte es duradera: amor, odio, dolor, remordimientos, alegrías, penas. No pasa nada realmente importante, ni bueno, ni malo, pero tampoco dejan de pasar cosillas, las buenas te regalan momentos de alegría, dejándote buen sabor de boca y las malas te ponen de morritos, pero también momentáneamente y esta bien, todo esta bien.
    Son momentos que no duran, sobre todo para ese tipo de personas, que no se conforman con un ápice menos que la pasión absoluta por todo lo sentido, amado o vivido.

    Llegarán las montañas rusas, con sus subidas llenas de alegría, temor y expectación y sus bajadas llenas de lágrimas, risas y desesperación. Mientras tanto podemos rendirnos al disfrute del sosiego tan impropio de nuestra naturaleza.

    lunes, 6 de noviembre de 2006

    De mujeres de ojos grandes II

    Tía Jose Rivadeneira tuvo una hija con los ojos grandes como dos lunas, como un deseo. Apenas colocada en su abrazo, todavía húmeda y vacilante, la niña le mostró los ojos y algo en las alas de sus labios que parecía una pregunta.
    -¿Qué quieres saber?- le dijo la tía Jose jugando a que entendía ese gesto.
    Como todas las madres, tía Jose pensó que no había en la historia del mundo una criatura tan hermosa como la suya. La deslumbraban el color de su piel, el tamaño de sus pestañas y la placidez con que dormía. Temblaba de orgullo imaginando lo que haría con la sangre y las quimeras que latían en su cuerpo.
    Se dedicó a contemplarla con altivez y regocijo durante más de tres semanas. Entonces la inexpugnable vida hizo caer sobra la niña una enfermedad que en cinco horas convirtió su extraordinaria viveza en un sueño extenuado y remoto que parecía llevársela de regreso a la muerte.
    Cuando todos sus talentos curativos no lograron mejoría alguna, tía Jose, pálida de terror, la cargó hasta el hospital. Ahí se la quitaron de los brazos y una docena de médicos y enfermeras empezaron a moverse agitados y confundidos en torno a la niña. Tía Jose la vio irse tras una puerta que le prohibía la entrada y con aquel dolor como un acantilado.
    Ahí la encontró su marido, que era un hombre sensato y prudente como los hombres acostumbran fingir que son. Le ayudó a levantarse y la regañó por su falta de cordura y esperanza. Su marido confiaba en la ciencia médica y hablaba de ella como otros hablan de Dios. Por eso lo turbaba la insensatez en que se había colocado su mujer, incapaz de hacer otra cosa que llorar y maldecir su destino.
    Aislaron a la niña en una sala de terapia intensiva. Un lugar blanco y limpio al que las madres sólo podían entrar media hora diaria. Entonces se llenaba de oraciones y ruegos. Todas las mujeres persignaban el rostro de sus hijos, les recorrían el cuerpo con estampas y agua bendita, pedían a todo Dios que los dejara vivos. La tía Jose no conseguía sino llegar junto a la cuna donde su hija apenas respiraba para pedirle: “no te mueras”. Después lloraba y lloraba sin secarse los ojos ni moverse hasta que las enfermeras le avisaban que debía salir.
    Entonces volvía a sentarse en las bancas cercanas a la puerta, con la cabeza sobre las piernas, sin hambre y sin voz, rencorosa y arisca, ferviente y desesperada. ¿Qué podía hacer? ¿Por qué tenía que vivir su hija? ¿Qué sería bueno ofrecerle a su cuerpo pequeño lleno de agujas y sondas para que le interesara quedarse en este mundo? ¿Qué podría decirle para convencerla de que valía la pena hacer el esfuerzo en vez de morirse?
    Una mañana, sin saber la causa, iluminada sólo por los fantasmas de su corazón, se acercó a la niña y empezó a contarle las historias de sus antepasadas. Quienes habían sido, que mujeres tejieron sus vidas con que hombres antes de que la boca y el ombligo de su hija se anudaran en ella. De que estaban hechas, cuantos trabajos habían pasado, que penas y jolgorios traía ella como herencia. Quienes sembraron con intrepidez y fantasías la vida que le tocaba prolongar.
    Durante muchos días recordó, imaginó, inventó. Cada minuto de cada hora disponible habló sin tregua en el oído de su hija. Por fin, al atardecer de un jueves, mientras contaba implacable alguna historia, su hija abrió los ojos y la miró ávida y desafiante, como sería el resto de su larga existencia.
    El marido de tía Jose dio gracias a los médicos, los médicos dieron gracias a los adelantos de su ciencia, la tía abrazó a su niña y salió del hospital sin decir una palabra. Sólo ella sabía a quienes agradecer la vida de su hija. Sólo ella supo siempre que ninguna ciencia fue capaz de mover tanto, como la escondida en los ásperos y sutiles hallazgos de otras mujeres con los ojos grandes.


    (Ángeles Mastretta)

    De mujeres de ojos grandes I


    jueves, 2 de noviembre de 2006

    Feliz cumpleaños!!






    Mi capricho
    cumplió un añito el domingo...



    hemos estado de celebración.