domingo, 1 de octubre de 2006

En el 75º aniversario del voto femenino en España

Tengo que contarte CLARA CAMPOAMOR:

Que la Dictadura acabó con la República, reprimió la cultura, paralizó el progreso, anuló nuestras esperanzas... tus esperanzas. Pero no acabó con tu obra: EL VOTO FEMENINO.

Un día de primavera, el 15 de junio de 1977, a las seis de la mañana, las mujeres demócratas de este país con compromiso político, salíamos de nuestras casas en dirección a los colegios electorales, donde nos esperaba, por primer vez, la responsabilidad de velar por los intereses electorales del partido que en las diferentes mesas representábamos.

Y además, votamos, CLARA CAMPOAMOR.

Puedo asegurarte que en mi mesa, VOTARON MUJERES, MUCHAS MUJERES. Unas con preparación política, otras con menos, recuerda que acabábamos de dejar atrás una Dictadura. Algunas mujeres mayores, muy mayores, se acercaban a interventores/as y nos decían: “Mi marido era rojo y lo fusilaron. ¿Saben Ustedes cuál era ese partido por el que él murió? Porque yo no entiendo de esas cosas, él no me contaba nada, pero votando a su partido le voto a él”.

Hubo momentos en que la emoción nos pudo, pero amén de innumerables anécdotas que nos sucedieron, te garantizo que la mujer votó como tú querías y votó en libertad, como tú defendías. No pudiste saber los resultados; habías muerto escasos años antes en el exilio, olvidada y abandonada por todos/as, aquellos/as que tenían que haber sido tu apoyo, tu familia. Porque la política, como tú la entendías, une en familias leales y entrañables a cada uno y a cada una.

Puedo decirte que, después de cuarenta años de Dictadura, terror y miedo, desde el desconocimiento y la incultura política en que nos encontrábamos en ese 15 de junio de 1977, votamos el 90% de las mujeres, frente a un 80 % de hombres.

Te puedo decir que las mujeres fuimos protagonistas del inicio de la Democracia, hoy finalmente asentada. Fuimos protagonistas también del fin de las dos Españas, que es lo mismo que decir de la única España, la de los hombres y mujeres con derecho a votar en igualdad y libertad.

Por ello, LA PAZ, LA LIBERTAD, LA DEMOCRACIA son un bien que se nos dio en ese día, un bien posible por un pecado mortal cometido el 1 de octubre de 1931: EL VOTO FEMENINO Y TÚ.

Como anunciaste en ese día, 1 de octubre de 1931, en el Congreso de los Diputados, tras tu triunfo parlamentario: “Yo sólo he puesto la semilla, otras mujeres vendrán...”.

(Blanca Estrella Ruiz Ungo, Presidenta de la Asociación Clara Campoamor)

  • La Gran Defensora del voto de la mujer
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  • 1 comentarios:

    Nani dijo...

    Muy buenas señorita. Quizas no es el lugar adecuado, aunque me alegro de todo esto del voto femenino y tal y pascual...

    Era para hacerle saber que estoy pasando unos dias en Málaga, como esta siendo habitual, por si una nochecilla quiere usted quedar para un café, cervecita, o escarceo amoroso. Advierto que viendo como esta el piso del trabajo, no podré permitirme el lujo de llegar tan tarde como la última vez, pero bueno, por eso de charlar un rato...

    Ya me dirá cuando usted prefiera!