martes, 25 de diciembre de 2007

Bi-villancico 2007

Este año os voy a dar gusto a todos con los villancicos colgando dos versiones.

Para los que os gusta la Navidad:




Para los que odiais la Navidad:



Los anteriores:

  • Navidad del 2006
  • Navidad del 2005


  • jueves, 6 de diciembre de 2007

    SI....

    Si puedes mantener la cabeza
    cuando todos a tu alrededor
    están perdiendo la suya
    y culpándote por ello,

    si puedes confiar en ti mismo
    cuando todos los hombres dudan de ti,

    pero darles el beneficio de la duda,

    si puedes esperar y no cansarte en la espera,
    o siendo engañado, no mezclarte con mentiras,

    o siendo odiado, no dar lugar al odio,
    y aún así no parecer demasiado bueno,
    ni hablar como un sabio:


    si puedes soñar y no dejar que los sueños te dominen,
    si puedes pensar
    y no permitir que los pensamientos sean tu único objetivo;

    Si puedes encontrarte con el Triunfo y el Desastre

    y tratar a esos dos impostores de igual forma;

    si puedes soportar el escuchar la verdad que has hablado

    tergiversada por villanos para ser una trampa para tontos

    y mirar las cosas por las que diste tu vida destruídas

    e inclinarte y construirlas nuevamente con herramientas gastadas:


    si puedes amontonar todas tus ganancias

    y arriesgarlas de una vez a cara o cruz,

    y perder, y volver a empezar como al principio

    y jamás pronunciar una palabra sobre tu pérdida;
    si puedes obligar a tu corazón y nervios y tendones

    a servir tu causa tiempo después de que haber desaparecido

    y así resistir cuando ya no queda nada en tí excepto la Voluntad
    que les dice: "Resistid!".


    Si puedes hablar con la multitud y mantenerte virtuoso,
    o caminar entre Reyes sin perder el toque sencillo

    si ni los enemigos ni los buenos amigos pueden dañarte;

    si todos los hombres cuentan contigo, pero ninguno en exceso,

    si puedes llenar el implacable minuto
    con sesenta segundos que valgan la pena recorrer,

    tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,

    y lo que es más, serás un Hombre, hijo mío!


    (Rudyard Kipling)


    ¡Vaya tela!, que manera de joderle la vida a un hijo.
    ¿Pero este hombre en que pensaba cuando le escribió esto a su hijo?.
    ¿Y sino que eres, una rata, un cobarde, una sombrilla?.
    No soy madre, no se si algún día lo seré y como soy muy condescendiente conmigo misma, intento no juzgar muy duramente lo que para mi son 'cagadas' de algunos padres, por si algún día la tortilla da la vuelta... pero es que hay cosas que claman al cielo:

    Si los buenos amigos no pueden herirte (no los conocidos, ni los 'regulares amigos', nos estamos refiriendo a los buenos buenos), ¿en que te convierte eso?, ¿en un 'hombre'?.
    ¿Y si alguien en este planeta puede contar contigo hasta el exceso, hasta agotar tu ultima gota de vitalidad, porque lo quieres con todo tu corazón, que?.
    ¿Y si te cansas de esperar, decides que no vale la pena y te pones a otra cosa?
    ¿Y si te dejas llevar por tus sueños en algún momento?
    ¿Y si te revelas cuando alguien coge de ti algo bonito y lo trasforma en algo asqueroso y gritas que es una injusticia y te revelas y luchas por que se restaure la verdad?
    ¿Y si en tu minuto, algunos segundos son ociosos y otros infructuosos, que?.

    ¿Con ese listón quien puede ser feliz?, ¿quien puede considerarse un 'hombre'?.

    Crecer, aprender y aceptarse a uno mismo y a los demás, con sus defectos y sus virtudes, es lo que te hace un 'hombre', no ser la virtud y la fría perfección personificadas: VIVIR, señor Kipling, vivir.

    Espero, que su hijo lo perdone algún día.... o que, al menos, tenga buen criterio para discriminar las cosas serias, de las chorradas, aunque vengan de su papi.

    miércoles, 7 de noviembre de 2007

    Yo, avestruz

    En un par de días será el cumpleaños de una de las personas más importantes en mi vida. Este iba a ser un año muy especial, iba a dar el gran salto, pero ha cambiado de opinión y yo....yo me siento un poco rara.

    Conste que a mi el matrimonio, lo que es el acto propiamente de casarse, me produce incluso un poco de malestar, digo, imaginarme a mi misma vestida de novia, en el altar, con casi toda mi familia y casi toda la familia de mi churri clavándome sus ojos en la espalda.. dios!, ¿y si me pica algo?, puff, quita, quita.
    ¿Que luego te quieres casar, por si uno de los dos palma y esas cosas?, pues muy bien, eso me parece fantástico, porque lo de contigo pan y cebolla, las perdices y todas esas cosas está muy bonito en los cuentos, pero luego en la vida real yo me levanto muy temprano todos los días para ir al curro, así que dejémonos de tonterías y seamos un poco prácticos: si te vas a ir al juzgado a firmar un rollo de ‘parejas de hecho’, firma que estás casado que tiene más ventajas, está más regulado y al fin y al cabo es la misma cosa, una firma en un papel.

    Bueno que me lío en el bigote de una gamba, a lo que íbamos: que se casaba y ahora dice que no.

    La cuestión es que yo le dije hace un tiempo que se lo pensara, que yo no veía ilusión en su relación, que veía que se estaba dejando llevar desde el principio.

    Quizás por la edad (se nos pasa el arroz, o eso dicen), quizás porque todos en su círculo de amistad están emparejados y bien se yo lo duro que es encajar y tener una vida social cuando eres tú quien hace impar al grupo. La cuestión es que, de todos los pasos que había dado en su relación, yo no había visto que tomara la decisión de dar ni uno sólo y ahora se casaba.

    Me dijo que estaba a gusto, yo le contesté que a menos de un año de su boda, si lo mejor que tenía que decir de su pareja es que estaba a gusto, quizás debía pararse a pensar que era lo que realmente esperaba de su vida en común, antes de que fuera demasiado tarde. Me repitió que estaba a gusto y yo entendí que con eso concluía nuestra conversación. Me había escuchado. Yo me sentía con la obligación de decírselo (juro que no lo habría hecho si no fuera una persona tan importante para mi) y fui escuchada, supongo que sintió la obligación de escucharme y contestarme algo medianamente razonable (imagino que no lo habría hecho si yo no fuera tan importante en su vida).

    Ahora han suspendido la boda, que no es que se separen, ellos van a seguir viviendo juntos, estando juntos, pero que no se casan y me siento un poco rara.

    No es que crea que se deben casar, pero en el fondo hubiera deseado que aquel día me hubiera contestado: ¿es que no lo entiendes?, ¿no se refleja en nuestros ojos el amor que sentimos el uno por el otro?, ¿cómo no ves que soy feliz?.

    Ahora lo ha pensado y ha decidido no casarse y eso significa que…¿que?.
    ¿No es feliz?, ¿está dejándose llevar en una relación que no le aporta gran cosa?, ¿qué?... y lo que es peor, ¿qué me pasa?, ¿por qué ahora que se lo ha pensado mejor tampoco estoy conforme? .

    Si yo viera felicidad en esos brillantes, almendrados e inmensos ojos castaños me quedaría en paz, me da igual que se case o no, esa es la verdad, pero no me atrevo a mirar en ellos demasiado profundamente, me da pavor ver algo que no quiero ver.

    miércoles, 3 de octubre de 2007

    No os olvido



    Ayer, mientras recogía el baño, me agaché a recoger una toalla, lo hice como un gesto mecánico. Sin percatarme de lo que hacía, me aproximé al toallero y de repente, antes de colgarla tuve un flash: ¿pero que estoy haciendo?.

    Cerré los ojos y me vi caminando por ese largo corredor del sótano del edificio de la empresa, oyendo mis tacones resonar en el suelo de baldosas brillantísimas, pasando junto a puertas metálicas con esos pequeños ventanucos cuadrados, en los que para ver algo del interior, tienes que pegar la frente al cristal.
    En mi mente, el sonido de mis pasos se mezclaba con el crepitar de los tubos fluorescentes del techo del corredor. Odio los fluorescentes, dan una luz tan impersonal, tan poco amable, tan fría, que parece que estas haciendo algo malo, que no debes seguir avanzando... ¿o es que quizás no debería seguir avanzando?.
    En medio de mi caminata me paro junto a una de las puertas, una exactamente igual a las decenas de puertas que he dejado atrás y a las decenas que quedan delante. Trago saliva y pego mi nariz al ventanuco de cristal. Me sorprendo un poco al oír mi propia risa nerviosa y me doy cuenta de que me he reído porque al pegar la nariz, el cristal se ha empañado y no veo nada, así que me separo un poco con una medio sonrisa de tonta en los labios y pienso en la vergüenza que hubiera sentido si alguien me hubiera visto brincando ante el sonido de mi propia risa, paso la mano sobre el vaho del ventanuco y me vuelvo a acercar, esta vez mas lentamente y controlando la respiración para no volverlo a empañar: allí están, todos ellos, como si estuvieran plácidamente dormidos dentro de esa cámara frigorífica, o criogénica, o como se llame.
    Siento un pinchazo en algún lugar indeterminado del interior de mi caja torácica y me paro a pensar que puede ser: ¿quizás nostalgia, ganas de tirar del enchufe y despertarlos a todos e intentarlo una vez más, miedo a sentir esas ganas?.
    No os olvido -susurro tan débilmente que apenas puedo oír mi propia voz- no os prometo nada, pero debéis saber que no os olvido.

    Entonces abrí la mano y note el suave tacto del algodón resbalando de entre mis dedos.

    Y la toalla cayó al suelo de donde no debía haberse movido....por el momento.
    (Si te apetece saber de que va esto pincha aqui: Las toallas por los suelos)

    martes, 11 de septiembre de 2007

    La muerte en suaves cuotas


    Muere lentamente quien no cambia de ideas,
    quien no cambia el discurso,
    quien evita sus propias contradicciones.

    Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito,
    repitiendo todos los días los mismos trayectos,
    quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo
    y no le habla a quien no conoce.

    Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú.

    Muere lentamente quien evita una pasión,
    quien prefiere el negro sobre el blanco y los puntos sobre las "íes"
    a un remolino de emociones,
    justamente las que rescatan el brillo de los ojos,
    sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos
    y sentimientos.

    Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el
    trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un
    sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida,
    huir de los consejos sensatos.

    Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música,
    quien no encuentra gracia en sí mismo.

    Muere lentamente quien destruye su amor propio,
    quien no se deja ayudar.

    Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte
    o de la lluvia incesante.

    Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no
    pregunta de un asunto que desconoce
    o no responde cuando le indagan sobre algo que sabe.

    Muere lentamente quien no comparte sus emociones,
    alegrías y tristezas, quien no confía, quien no lo intenta.

    Muere lentamente quien no revive sus recuerdos
    y sigue emocionándose como si lo estuviera viviendo en ese momento.

    Muere lentamente quien no intenta superarse,
    quien no aprende de las piedras del camino de la vida, quien no ama, quien no se deja amar.

    Evitemos la muerte en suaves cuotas,
    recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo
    mucho mayor que el simple hecho de respirar.

    Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos
    una espléndida felicidad.

    Pablo Neruda


    viernes, 22 de junio de 2007

    La Gramola

    Como si de una simple gramola me tratase, aqui me veo, sentada frente al ordenador sin tener ni idea de lo que hago aqui.
    Me piden que escriba algo en este abandonado cachito de internet y bueno, lo voy a intentar, aunque nunca he podido hacer o decir nada medianamente aceptable por encargo.
    Me falla la imaginación que antaño construía por si sola las historias y hacían que mis dedos se movieran por el teclado sin apenas tenerme en cuenta, también me falla esa necesidad de expulsar de mi interior grandes sentimientos, dolores o alegrías, porque en este sitio, no siento grandes nadas, vivo en un manso lago de sentimientos.
    Aunque me pese, ya ni siquiera siento esa añoranza dolorosa de las primeras semanas, sólo el volcar de los días (con algún que otro leve sobresalto de plata, de vez en cuando) que al mismo tiempo, me aleja y me acerca a algo, a un sitio, a unas personas, a una vida a la que le he perdido el ritmo, a un ritmo que no se si volveré a recuperar.

    Podría hablar del asombro en que viví los primeros tiempos en esta ciudad y del que todavía, a veces, me causa esta mezcla de personas tan distintas y a la vez tan parecidas. Es sorprendente como la mayoría buscamos lo mismo: amor, un trabajo estable que no nos amargue la vida y que nos dé el suficiente dinero como para poderla vivir sin demasiados apuros y por supuesto, algo de diversión; pero más sorprendente es aún como nos vamos dando tropezones unos contra otros sin llegar a encontrarnos.
    Me pasma lo parecido de los discursos de los que me detengo a escuchar (blancos, negros, amarillos, tostados, mujeres, hombres, mayores, jóvenes, guapos, feos, gordos, flacos) y del mío mismo y me pregunto: ¿Por qué me miras a los ojos y me cuentas todo lo que yo busco en la vida haciéndolo tuyo y no me ves?, ¿Por qué quiero exactamente lo mismo que tú y no te veo?, ¿mentimos?: No creo, lo que creo que pasa es que somos un poco imbéciles y creemos que nos podemos engañar a nosotros mismos diciendo que nos conformamos con lo políticamente correcto, con la placidez y la comodidad, con un sueldo y con “estar a gusto” con alguien, pero no todos somos iguales. Algunas personas necesitan sentirse vivas en todos los sentidos, sentirse emocional, física e intelectualmente estimulados y si no es así, sienten que se van apagando poco a poco.

    Podría hablar del tiempo, del rollo que es este llovizneo constante mezclado con algo de viento y tambien podría hacerlo de la alegría que embarga a todo hijo de vecino cada vez que sale un rallito de sol.
    Podría hablar de lo cara que es esta ciudad y del carácter tan raro que tienen los ingleses y tambien podría hacerlo de lo acostumbrados que están a tratar con personas de todas partes y por tanto la naturalidad con que lo hacen.
    Podría hablar de la paupérrima gastronomía de esta tierra y tambien podría hacerlo de la riqueza de las gastronomías adoptadas , de lo que, en lo referente a comida, he aprendido y las cosas nuevas que he probado.
    Podría hablar de mis compis de piso, jajaja, con eso tendría para escribir un libro. Tambien es verdad que es la primera vez que comparto techo con personas ajenas a mi familia y que, como he podido comprobar, en todos lados cuecen habas… o beans.

    Bueno, por fin lo he decidido, voy a hablar de mi, jejeje: creo que he madurado un pelín y supongo que eso unido a que ahora me puedo comunicar (mejor o peor, depende del día, de la persona y de como esten alineados saturno y jupiter) con personas de practicamente todo el planeta, son motivos más que suficientes para estarle agradecida a esta tierra que me ha pateado, despreciado, abrazado, ensalzado, hecho sentir sola, tremendamente acogida, rica, pobre y un millón de cosas más en poco más de 4 meses.

    lunes, 16 de abril de 2007

    Como dijo un sabio

    A veces me pasa que quiero decir algo y de repente caigo en que alguien lo ha dicho antes y mejor, en esos casos suelo recurrir a sus palabras.

    Esto viene a cuento de que un sabio amigo mio me ha dicho de una de las maneras mas bonitas posibles (como casi todo lo que dice él) que me echa de menos y como dicen en mi tierra que se dice el pecado (aunque en este caso, al menos para mi, sea cualquier cosa menos pecado), pero no el pecador, pues ahí os dejo el precioso pecado, puesto que yo os echo muchisimo de menos a vosotros (si a ti, si te has dado por aludid@ es que es a ti, fijo).

    Y a mi pecador favorito no puedo mas que devolverle sus propias palabras: habemus trivial?



    Nos vemos en el puente de Mayo.

    lunes, 19 de marzo de 2007

    La mejor clienta del mundo

    Y es que conmigo funcionan todas las técnicas de marketing del mundo.

    Realmente este día no tiene nada de especial, nada además de que, por primera vez en mi vida, no lo paso a su lado y es que: I don’t get used to don’t seeing him when I want….or maybe it is this weather.

    Desde que tengo uso de razón y memoria ha estado cerca mía, sin meterse mucho, pero ofreciendo su hombro, su abrazo, sus palabras de consuelo, consejo o lo que hiciera falta y cuando hiciera falta, sin importarle nunca su comodidad, lo que era mejor o peor para él, sólo pensando en mi, sin quejarse (y no es que no tuviera motivos muchísimas veces), sin hacer notar siquiera que hacía el mas mínimo esfuerzo, pero dejándolo todo para acudir en mi ayuda en cuanto a mi me hacía falta lo que fuera, cualquier cosa, capricho o necesidad, porque cuando digo lo que sea, quiero decir eso: lo que sea, porque así es él y así ha sido siempre.

    Se que no soy la única en su vida, se que haría y hace lo mismo por al menos otras dos personas, pero eso no es importante, porque a mi siempre me ha hecho sentir especial: única… lo mas importante que le ha pasado en la vida y eso es lo que me importa.

    Soy realmente mala para expresar mis sentimientos, pero al igual que él no engendró, ni crió a una hija tonta, yo se que tampoco él lo es y sabe lo profundamente que lo amo.

    El amor es así de raro, cuando intentas explicarlo, las palabras suenan ridículas y vacías, les falta sangre.

    Lo echo de menos tan dolorosamente que ahora que está un pelín mas cerca no paro de soñarlo, de soñarlos a los dos, aunque ella es otra historia que merece un capitulo aparte y este es su capitulo...el marketing, ya se sabe.

    No se como voy a reaccionar cuando lo tenga delante, pero se que haga lo que haga, no voy a dejar traslucir toda la necesidad que tengo de él, de sentirme su niña y abrazarlo fuerte fuerte hasta sentir que nada malo puede pasarme porque estoy con mi superhéroe, mi ángel de la guardia.

    No se que haría sin él ¡y que leche, no quiero saberlo!.

    jueves, 15 de febrero de 2007

    Otro año, otro santo, otras tierras, otras gentes


    Este año San Valentín me pilla fuera de juego... para variar.

    Hace muchos años que espero cariñitos, mimos y todas esas cosas que algunas mujeres tontas esperan de alguien amado, un día, que aunque comercial para los que están llenos de amor, es un pelín melancólico para los que se siente que juegan al escondite desde hace demasiado tiempo, con ese angelote con cara de simpático y con mu malísima hostia, pero este año más, mucho más; como siempre, pero más.

    Echo de menos a mi familia, y cuando digo familia, no sólo me refiero a la de sangre, sino a TODA MI FAMILIA, porque aunque hace menos de una semana que no los veo, no es como otras veces, esta vez estoy aqui, ellos allí y de aqui no me mueve nadie hasta que haga todo lo que he venido a hacer... por lo menos.

    Además me he cansado de gastar energías en este jueguecito que parece no llevarme a ninguna parte y me he ido a tomarme un birra londinense dejando al cabroncete escondido vete tú a saber donde, esperando (o no) a que lo encuentre. Sólo espero que cuando me de por volver no me lo encuentre disecado encerrado un armario desde hace decadas.

    Asi que aqui estoy en la pérfida Albión, rodeada de agradables desconocidos, que parecen tener una gran chip (sin fish) metida en la boca, con un poco de cara de gilipollas de allá para acá todo el día como las locas, viendo cosas, buscando curro, casa, comida...respirando.

    Me he acordado del angelote, porque aqui se regalan muchas flores y las chicas van como flotando sobre la húmeda acera, con sus ramitos y sus corazoncitos de cartulina roja pegados en las pecheras (mira que son horterillas algunos/as, ¿eh?) y para mi satisfacción, después de muchos años no he sentido ni media mijilla de melancolía por él, porque mi añoranza ahora es otra, pero sobre todo porque estoy repleta hasta las orejas de ilusiones nuevas.

    Este año va a ser diferente, me lo dicen las tripas.

    lunes, 29 de enero de 2007

    Buenas segundas partes y otras leyendas urbanas

    Tengo que confesaros que mi coche resucitó. Cuando fui a recogerlo al taller me dijeron que estaba “terminal” y que era mejor que no lo usara si no quería que me dejara tirada en cualquier momento, pero yo, con mi insistencia lo seguí cogiendo de vez en cuando, le daba una vueltita a la plaza, sin agobiarlo, sin pedirle mas de lo que me pudiera dar sin hacer demasiados esfuerzos y cuando lo notaba raro, no me enfadaba, simplemente lo volvía a guardar en el aparcamiento e intentaba no pensar en todo lo que me faltaba.
    Poco a poco, dándole tiempo y tirando de todas mis reservas de paciencia, conseguí que fuera dando más de si, haciendo trayectos cada vez mas largos, hasta que un buen día me di cuenta de que volvía a comportarse de manera normal, justo como antes del ‘parón’… y me sentí muy feliz.

    No obstante con el paso de las semanas y los meses, me di cuenta de que algo había cambiado entre nosotros: había pasado tanto tiempo buscándome la vida sola, sin contar con él, que ahora que estaba ahí dándome todo lo que yo le pedía sin rechistar, me enfrentaba con que mi empeño era mas cabezonería por recuperarlo que necesidad real de él, sin contar con el hecho de que en el fondo del corazón seguía pensando que en cualquier momento me podía volver a dejar tirada… al fin y al cabo, si lo hizo una vez, ¿qué le impediría volverlo a hacer?.

    Total, que ahora prácticamente no lo uso y como me voy fuera un tiempo, me descubro a mi misma buscándole un dueño o dueña que le de el uso que yo se que no volveré a darle….y así de paso me ahorro los gastillos que conlleva el mantenimiento de nuestra relación, aunque sea a distancia.

    Quien me ha visto y quien me ve, con lo que sufrí y peleé para que lo que había entre los dos no desapareciera y ahora pienso en nosotros en estos términos tan fríos, prácticos y poco apasionados, que sinceramente, me da pena.

    No se si tendré otro coche pronto o tarde, lo que si se es que no será él y que por culpa de empeñarme y ser tan cabezota, ahora la huella en mi memoria de lo que hubo entre nosotros no es tan dulce como debería y es que, como dice la sabiduría popular, segundas partes nunca fueron buenas…excepto Terminador 2.

    (Si te apetece saber de que va esto pincha aqui: Mi coche)

    miércoles, 17 de enero de 2007

    Las toallas por los suelos

    El mayor error es sucumbir al abatimiento; todos los demás errores pueden repararse, éste no.
    CONFUCIO

    - Adelante, pasa y siéntate.

    - ¿Ha pasado algo?, me ha sorprendido mucho tu llamada tan repentina.

    - No es repentina y lo sabes, siento ser tan directa pero llevo años sin que tu sección tenga utilidad real, todo son promesas, cuentas de investigación altísimas, pero de resultados: cero.

    - Pero jefa, en cualquier momento alguna de las líneas de investigación da resultado y todo el tiempo y las energías gastadas merecerán la pena...las ganancias pueden ser multimillonarias, puede cambiar el color del cielo, el rumbo de la humanidad, es posible cualquier maravilla, lo sabes, lo has visto antes.

    - Si, si, que me vas a contar, llevo casi 5 años oyendo la misma cantinela. En tres ocasiones me hiciste convocar rueda de prensa para anunciar esos resultados maravillosos que cambiarían el rumbo de la propia vida en el planeta, para después tener que despedir a los periodistas entre burlas y decepción....no se yo si se tomarían en serio otro aviso del gran hallazgo. Y mientras tanto las cuentas de gastos suben y suben. Esto no puede seguir así, hay otros departamentos de investigación que piden un aumento de sus recursos y lo merecen, asi que tengo que hacer recortes en otros.

    - En el mío no jefa, sabes que en el pasado he obtenido resultados y estoy seguro de poder volver a obtenerlos, ten un poco de fe y paciencia.

    - No puedo, he estudiado detenidamente los libros de cuentas de todos los departamentos que necesitan ahora un impulso: Viajes y su subgrupo de investigación Idiomas, han estado siempre bastante mal subvencionados y ahora están en un momento crucial en el que necesitan apoyo, Profesión despega de una vez por todas y creo que es necesario darle un voto de confianza. Ni a Amigos, ni a Familia voy a recortarle mínimamente su presupuesto, ya que siempre han dado resultados mas que aceptables y constantes, son los departamentos que han mantenido viva la empresa. En Salud no voy a recortar tampoco, recorté un poco y recuerda lo mal que os fue a todos los demás departamentos. Sólo me queda el tuyo, Amor, tengo que recortar drásticamente tu presupuesto. Sabes que siempre te he tenido muy en cuenta, eras mi niño bonito, el mimado, pero tengo que rendirme ante la realidad que me muestra el departamento Tripas: funcionasteis muy bien en el pasado, pero se ha agotado vuestro genio.

    - ¿Que me estas diciendo jefa?, no puedes tirar la toalla de esa manera.

    - Ya lo he hecho Amor, debes haberlo notado, hace varios meses que os liquidé las cuentas, estáis trabajando sin presupuesto, con las sobras de materiales de investigación comprados en el pasado, casi de recuerdos, así que vosotros elegís.

    - No se a que tipo de elección te refieres, no veo ninguna, si tu decisión es inamovible ¿entre que opciones puedo elegir?.

    - Puedes elegir entre quedarte conmigo sin presupuesto, sin pedir nada, sin que se note tu presencia, durante el tiempo que sea necesario, meses o años...quizas para siempre, esperando en silencio que ocurra un milagro que vuelva a equilibrar las cuentas y me deje volver a dedicar algo de presupuesto a tu departamento o que cojas a tu equipo y abandonéis para siempre la empresa en busca de otra en la que vuestro trabajo sea quizas fructífero.

    - No me hace falta consultar con mi equipo jefa, se cual será la respuesta unánime de todos, cuenta con nosotros, puedes ponernos en hibernación el tiempo que consideres oportuno. Nos quedamos contigo.

    lunes, 8 de enero de 2007

    Ya ni quiero creerte


    Ya no me pinto mi sonrisa nueva para recibirte,
    ya no me muero por besar tus labios ni quemar tu piel,
    ya no me rompo la esperanza a golpes contra tu inconsciencia.
    Murió mi paciencia y ahora estoy despierta,
    y no me quedan ganas para verte más.

    Ya no recuerdo qué me hizo un día quedarme a tu lado,
    por mas que quiera no recuerdo qué pude encontrar en ti,
    he estado ciega demasiado tiempo
    y ahora estoy cansada de seguirte el juego,
    cuando nazca el alba estaré muy lejos, muy lejos de ti.

    No te puedo creer, ya ni quiero creerte.
    Te olvidaste de mi y me tenías enfrente
    Esta idiota se va, voy a cambiar mi suerte
    Ya no temo tu voz,
    tú, tú me has hecho mas fuerte

    He malgastado junto a ti ilusiones de una nueva vida,
    sin darme cuenta de que para ti he sido un capricho más.
    Me sedujiste con falsas promesas
    y con fantasías de pasión eternas.
    Todo eran mentiras que ni tu creías, pero yo creí.

    Ya no despierto empapada en lágrimas cada mañana,
    me siento fuerte para dibujarme un nuevo amanecer,
    ya no estoy rota de dolor y rabia,
    y al mirar tu cara ya no siento nada,
    ya no soy la tonta que te perdonaba una y otra vez.

    No te puedo creer, ya ni quiero creerte.
    Te olvidaste de mi y me tenias enfrente
    Esta idiota se va, voy a cambiar mi suerte
    Ya no temo tu voz,
    tú, tú me has hecho mas fuerte.

    Ya no me afecta tu dolor,
    tu falsa excusa de mal perdedor,
    no me conmueves, no me hieres.
    Ya no me aplasta tu corazón
    muerto y corrupto de tanto rencor,
    no dejas nada entre tú y yo.
    Todo acabo.

    No te puedo creer, ya ni quiero creerte.
    Te olvidaste de mi y me tenias enfrente
    Esta idiota se va, voy a cambiar mi suerte
    Ya no temo tu voz,
    tú, tú me has hecho mas fuerte.


    miércoles, 3 de enero de 2007

    Mi regalo

    Mi reseca esperanza vuelve a ser verde y para llevarle la contra a todos, nada tiene que ver con el año nuevo, viene de pocos días antes.
    A pesar de todas las buenas intenciones y los propósitos de enmienda, no he conseguido dejar de salir los días previos a las fiestas señaladas, osea, que desde el 20 de Diciembre hasta fin de año no he dejado de salir ni una sola noche y casi podría decir lo mismo de los días.
    Haciendo gala a esa famosa frase de ‘vuelve a casa por navidad’, Málaga ha estado llena de malagueñ@s que viven fuera, tod@s simpátic@s y receptiv@s por obra y gracia del anonimato que da la lejanía y la prácticamente absoluta disjunción de tu entorno y aunque la galantería, los piropos y la simpatía se agradecen siempre, tienes que andarte con siete ojos, porque la sinceridad suele brillar por su ausencia.
    Hay un pub en Málaga que me encanta pero al que voy poco, ya que es pequeño y esta siempre atestado, pero con esto de las salidas diarias de estas fiestas, uno de los días, yendo con amigos con los que no salgo habitualmente, decidimos ir y ¡sorpresa!, estaba medio vacío.
    Pudimos bailar, cantar y brincar como locos sin empujones, pudimos hablar sin gritar como posesos, pedimos las copas/cervezas cuando nos daba sed sin tener que ‘expulsar’ a nadie de la barra y en menos de 5 minutos las teníamos entre las manos y nos hicimos fotos haciendo el tonto.
    En una de esas fotos asomo su cabecita el morenazo más impresionante que he visto en muchos años (por no decir toda mi vida). Otra foto y otra vez ponía la cabecita y sonreía, hasta que le dije que si quería aparecer en las fotos, se acercara que me hacia una con él y encantado se acercó.
    A partir de allí, mucho charloteo: era médico y vivía en Suecia desde hacía 4 años. Mareada me tenía con esos labios que enmarcaban una sonrisa perfecta y esos ojos grandes y expresivos. Aproximadamente 1.90 m. de hombre de infarto, tez morena, ojos y pelo castaños, mandíbula generosa, barba de 3 días, cuerpo cuidadísimo de brazos fuertes, muslos como columnas romanas, espalda amplia, conversación fluída y amena, sentido del humor y además halagador.
    Cambiamos de bar y se vino con nosotros y fuimos a un concierto, lo pasamos genial, alucinó colorines y se lamento de vivir tan lejos, aunque me explico que el nivel de vida que tenía en Suecia era imposible de alcanzar en España.
    Las chicas del grupo revoloteaban a su alrededor, sonreían, bailaban y cantaban con él, pero él se mostraba ligeramente distante.... con todas menos conmigo.
    No quiero que parezca con esto que me tiraba los tejos, sólo que me dedicaba una atención especial, lo notaba relajado y alegre.
    A una hora prudente nos despedimos con dos besos, un feliz año nuevo y buen viaje, ya que era poco probable que nos volviésemos a ver en una Málaga a reventar de almas y se volvía a Suecia el día 31 por la mañana, y justo antes de lo que para mi era una separación definitiva:

    -¿Por qué te has mostrado tan distante con todas?, ¿no te apetecía siquiera tontear un pelín con ninguna?.
    -Pues la verdad es que no, estoy casado y amo a mi mujer, se ha quedado en Suecia porque esta embarazada de nuestro segundo hijo, no le apetecía viajar para unos pocos días y yo quería ver a mi familia, por eso estoy tan poco tiempo. Pero aunque ella no esté aquí, no me siento cómodo sabiendo que puedo hacer algún gesto que si ella pudiese ver lo mismo la haría sufrir.
    -¿Entonces, por qué te has pasado toda la noche hablando conmigo?.
    -Contigo me siento bien, relajado.. me gusta hablar contigo.
    -Pues feliz año nuevo y buen viaje, nuevamente.
    -Adiós malagueña.
    -Adiós sueco.

    Más salidas, más encuentros con amigos, más comidas, más reuniones y en otra de estas, concretamente la noche del 30 volvimos al pub en cuestión. Esta vez llenísimo de gente guapa, contenta y simpática.
    Un poco de tonteo por aquí, otro poco por allá, receptividad a tope y de repente me giro hacia la puerta y ahí esta él, entrando al bar.

    -Hola malagueña, ¿siempre aquí metida?.
    -Pues no sueco, no volvía desde el día que nos conocimos, ¿qué haces aquí?, ¿no te vas mañana por la mañana?.
    -Si, por eso he salido, quería despedirme de Málaga, seguro que no vuelvo hasta al menos otro año más.

    El resto de la noche (hasta una hora razonable, porque el prenda ni bebe, ni fuma, ni se recoge tarde), la pasamos charlando de tonterías, bailando y cantando muertos de la risa...pero todo lo bueno acaba.

    -Me marcho a casa malagueña.
    -Esta vez es definitiva, pero me dejas un regalo de año nuevo adelantado.
    -¿Si?, cuenta, cuenta.
    -Esperanza de un verde como no lo había estado en muuuuchos años.
    -¿Y como es eso?.
    -Sabes que podías haberte liado con cualquiera, tienes que saber lo bueno que estás, además solito a miles de kilómetros de tu mujer, las niñas te entran a saco, ¡joder! E ha intentado besarte y si no respingas te zampa un besazo en los morros...y tú repites a todo el que te quiera oir que estas casadísimo, con hijos y enamorado. Después de ver todo lo que han visto estos dos ojitos mios en los 4 años y pico que llevo sóla, sinceramente estoy alucinada. Si hay otro como tú, me lo pido pa los reyes, ¡me lo pido!.
    -Eres muy salá malagueña y, ¿sabes una cosa?. No se si te gusto o estás de broma, pero tú a mi si me gustas y si no estuviera enamorado, se que me enamoraría de ti, no hace falta pasar mucho más tiempo a tu lado para saberlo. ¡Que tontos son todos los hombres que han pasado por tu vida y te han dejado escapar!, yo jamás cometería ese error, como no lo hice, con mi mujer. Aparecerá un chico inteligente y afortunado que te hará feliz y me encantaría ver la luz de tu cara el día que eso pase.
    -Adiós sueco.
    -Adiós malagueña.

    Ni teléfonos, ni emails, ni nada en absoluto... bueno eso es mentira, intercambiamos risas, unas pocas horas y él me dejó mi regalo de año nuevo, esperanza pura y verde como la primavera.

    Hay hombres buenos, guapos, sensibles y simpáticos, ¡y seguro que no todos están casados!.