domingo, 3 de febrero de 2008

Poco a poco

Retomando un viejo tema ya casi olvidado: tengo coche.

Lo tengo desde hace unos meses, no he dicho nada antes por varios motivos, el principal porque últimamente estoy muy liada, mi vida se ha llenado de 'quehaceres' considerablemente y no tengo tiempo casi ni para mi, pero en fin, el tema es ese, tengo coche.
Si, yo, la que decía y relataba, que no hacía falta, que era mejor el transporte público o ir a patitas, que si la contaminación, que si lo quebraderos de cabeza, el seguro, la gasolina…

Si un bus se rompe y llegas tarde a cita importante (entrevista de trabajo, reunión, examen, lo que sea), te pillas un taxi y listo, ¿si se te rompe el coche?, ponte chaleco, que si triángulos, que si espérate a la grúa, que al menos te lo aparque bien (no sea que te casquen una multa encima), píllate el taxi, llega a las mil a la cita, si es que llegas y luego vuélvete y espera otra vez a la grúa, vete al taller, suelta pasta y vuélvete en bus a tu casa.

Que si la fecha de la renovación de seguro, que si el del aparcamiento de al lado me ha dado un roce y dice que no ha sido él, que no se te vaya a pasar la fecha de la ITV, las averías, las revisiones, las multas por mal aparcamiento, la falta de aparcamiento, no beber cuando sales si te lo llevas, pufffff….. pues eso, tengo coche y bien contenta que estoy.

No es que sea nuevo, no, es de segunda, tercera o puede que hasta cuarta mano, no se exactamente…. y tiene muchos truquillos para que la conducción sea suave y a veces ni con trucos deja de tironear el joío (no negaré que de vez en cuando me ha irritado ese tironeo, sería una hipócrita y si de algo puedo presumir es de no serlo), pero nos estamos adaptando el uno al otro y a día de hoy no puedo imaginarme sin mi coche, porque es confortable y por lo más importante: me ha llevado y traído a todos partes, sitios a veces buenos y otras veces no tan buenos, pero a los que necesariamente tenía que ir, sin fallarme.

Y es que en la vida, no todo es una balsa de aceite, ni tiene porque serlo.

He aprendido muchas cosas, durante mucho tiempo y no siempre por el camino fácil, pero todas esas cosas y todos esos caminos, son los que me han convertido en la mujer, la hermana, la hija, la amiga, la compañera y la conductora que ahora soy.

Y se que gusto, con tironeo e incluso sin él.

3 comentarios:

José del Rincón dijo...

Sonia, quilla: me alegro un montón de tener noticias tuyas, ahora que me he ido de Orkut.
¿Qué tal te va?
Un besazo.

Chipsoni@ dijo...

Pues muy bien Pocho, la verdad es que me van las cosas muy bien.
Espero que a ti también.

Besos

José del Rincón dijo...

A mí también me van bien en mi primer año de vuelta al Instituto. Al principio me costó mucho, pero ahora me va muy bien.

Más besos.