lunes, 29 de enero de 2007

Buenas segundas partes y otras leyendas urbanas

Tengo que confesaros que mi coche resucitó. Cuando fui a recogerlo al taller me dijeron que estaba “terminal” y que era mejor que no lo usara si no quería que me dejara tirada en cualquier momento, pero yo, con mi insistencia lo seguí cogiendo de vez en cuando, le daba una vueltita a la plaza, sin agobiarlo, sin pedirle mas de lo que me pudiera dar sin hacer demasiados esfuerzos y cuando lo notaba raro, no me enfadaba, simplemente lo volvía a guardar en el aparcamiento e intentaba no pensar en todo lo que me faltaba.
Poco a poco, dándole tiempo y tirando de todas mis reservas de paciencia, conseguí que fuera dando más de si, haciendo trayectos cada vez mas largos, hasta que un buen día me di cuenta de que volvía a comportarse de manera normal, justo como antes del ‘parón’… y me sentí muy feliz.

No obstante con el paso de las semanas y los meses, me di cuenta de que algo había cambiado entre nosotros: había pasado tanto tiempo buscándome la vida sola, sin contar con él, que ahora que estaba ahí dándome todo lo que yo le pedía sin rechistar, me enfrentaba con que mi empeño era mas cabezonería por recuperarlo que necesidad real de él, sin contar con el hecho de que en el fondo del corazón seguía pensando que en cualquier momento me podía volver a dejar tirada… al fin y al cabo, si lo hizo una vez, ¿qué le impediría volverlo a hacer?.

Total, que ahora prácticamente no lo uso y como me voy fuera un tiempo, me descubro a mi misma buscándole un dueño o dueña que le de el uso que yo se que no volveré a darle….y así de paso me ahorro los gastillos que conlleva el mantenimiento de nuestra relación, aunque sea a distancia.

Quien me ha visto y quien me ve, con lo que sufrí y peleé para que lo que había entre los dos no desapareciera y ahora pienso en nosotros en estos términos tan fríos, prácticos y poco apasionados, que sinceramente, me da pena.

No se si tendré otro coche pronto o tarde, lo que si se es que no será él y que por culpa de empeñarme y ser tan cabezota, ahora la huella en mi memoria de lo que hubo entre nosotros no es tan dulce como debería y es que, como dice la sabiduría popular, segundas partes nunca fueron buenas…excepto Terminador 2.

(Si te apetece saber de que va esto pincha aqui: Mi coche)

10 comentarios:

Jody Dito dijo...

¡a la hoguera con los pesados y con los que nos dejan tirados!
Abre los brazos al siguiente....¡viva la promiscuidad!

Chipsoni@ dijo...

Pues como ya digo, ahora mismo no está en mis planes adquirir un nuevo vehiculo, me marcho un tiempo y no creo que sea el momento mas adecuado, cuando vuelva me lo plantearé....o no.

Ya veré como cruzo el puente cuando llegue al rio ;-)

Jody Dito dijo...

¿y a donde se va? Sta.Chipsoni@

Chipsoni@ dijo...

A ver mundo señor Jody, a ver mundo.

Anónimo dijo...

Pues no fulmine al mundo (¡con esos ojos!) y déjenos algo para ver.

Chipsoni@ dijo...

Gracias por el piropo, intentaré ver todo lo que pueda dejando el minimo rastro de mi presencia.

Juanjorv dijo...

Te juro que estoy dudando si no es una historia real, una de tus metaforas muy bien traida al caso o una mezcla de ambas... :-D

Chipsoni@ dijo...

Y yo querídisimo amigo, y yo.

A lot of kiss, toy entrenadooooo ;-)

Pete Vicetown dijo...

Que no, que no...
Que a veces las segundas partes son incluso mejores que las primeras.

Chipsoni@ dijo...

Si es que cada casa es un mundo, para gustos los colores, que cada uno se haga de su capa un sayo, etc....

Saludos, Pete.