domingo, 15 de marzo de 2009

Un simple dolor de garganta

A todos nos gusta pensar
que tenemos cierto control sobre nuestras vidas
y muchas veces nos engañamos a nosotros mismos
pensando que estamos al mando,
pero entonces, pasa algo que nos recuerda
que el mundo funciona con sus propias reglas
y no con las nuestras,
que sólo estamos de paso.
(Taken)



Y yo añadiría que son en esos momentos de la vida en los que las cosas se colocan justo donde siempre debieron estar y aunque parezca una soberana tontería, suele sorprender al observador de dicho movimiento, por muy prevenido que este se pensara.
No tengo ni la menor idea de la cantidad de órganos distintos que hay en un ser vivo, nunca jamás he pensado en ello cuando he caminado por la calle y en un simple paseo me he cruzado con decenas, sino centenares de milagros ambulantes.

Muchísimo menos sé para que sirve cada cosa, ni siquiera sabía que había algo que conectaba la garganta con el corazón y con los ojos, pero ahí está, una pequeña cosita dentro de la garganta puede ponerte el corazón en su sitio y abrirte los ojos de par en par, ¡madre mía!.

Nos ocupamos del amor, ¡oh si!, de eso nos ocupamos mucho, estamos todo el día erre que erre con el tema, que si me gusta fulanito y no me hace caso, que si menganita me agobia y quiere algo que yo no quiero darle, pero si fuera zetanita se lo daría de mil amores, que si tu espacio, que si el mio, que si tus necesidades, que si las mías y blablabla, el amor es algo que llena buena parte de la vida de las personas que no tienen estabilidad en ese sentido, es, como la mayoría de las cosas importantes de la vida algo que cuando se tiene no se aprecia y cuando no se tiene absorbe buena parte de tu atención.

Lo mismo pasa con el dinero y la salud.

Es muy curioso, pero siempre me ha parecido que el orden de la cancioncita de marras, es EL ORDEN, porque si te falta la salud, ya puedes tener todo el amor y el dinero del mundo, que tu vida se convierte en una mierda (con perdón... bueno no, sin perdón, en una mierda).

Después va el dinero, a ver, que lo de contigo pan y cebolla está muy bonito, pero cuando falta la pasta para las cosas básicas, cuando el hambre aprieta o te ves en la calle, se empieza a complicar el hecho de que todo fluya con suavidad en la vida de alguien.

Como yo digo: El dinero no da la felicidad, pero ayuda a eliminar un montón de distracciones que te impedirían darte cuenta de que eres feliz.

Y por ultimo el amor, ese al que le dedicamos tanto esfuerzo y tantas energías, porque si nos falta durante demasiado tiempo, dejamos de ser capaces de disfrutar las cosas al 100%, al menos algunos.

El problema de estas cosillas: salud, dinero y amor, es que siempre crees que pueden ser mejor de lo que son, por mas bueno que sea lo que tienes, eso claro está, hasta que de repente te quedas sin una de las 3 "del todo" o simplemente te sientes amenazado.

Y son esos magníficos momentos de alerta, en los que miras a tu alrededor aterrorizado y te das cuenta de todo lo maravilloso que te rodea.


(si quieres oír el vídeo, mejor dale al pause en el mini-ipod de la derecha)


Brindo por la victoria, por el empate y por el fracaso...

4 comentarios:

Hyku dijo...

Dicen que el dinero no da la felicidad, pero que puedes comprarla en los grandes almacenes jajaja...
Sin embargo...los mejores regalos, por lo general, son los que se hacen de corazón y no cuestan dinero

Besos gratuitos

Chipsoni@ dijo...

Pues cuando tienes razón, tienes razón y no hay más que decir.

Un beso de corazón.

Diana dijo...

Pues mira, ya sabes que hay algunos seres que tienen tres corazones, frente a otros que no tienen ninguno ;)

Me alegro de la paz interior posterior a este post. Para que veas que una pequeña cosa, puede obligarte a ver el tamaño real de otras jeje

Bsososososososos miles y miles!!

Chipsoni@ dijo...

Ya lo sabía, ya ;-)

Lo sabía todo, el problema de la teoría, es como siempre, llevarlo a la práctica y metérmelo en la cabezota.

Besos, besos, besos.