jueves, 18 de junio de 2009

Felicidad...

... es una viaje lejano, mano con mano, la felicidad...

Vale, me dejo ya de pitorreo, pero es que es de eso de lo que quiero hablar, de la felicidad, de ese mito mal entendido, de ese cuento que ha desgraciado la vida de tantos.

Hace ya algunos años vi una entrevista de un personaje famoso de mi tierra, en la que un periodista le preguntaba si era feliz y el contestó que la felicidad no existe, que lo único que existe son momentos felices y la conciencia de estar viviéndolos es lo que, cuando recordamos nuestro pasado, lo consideremos feliz o no.
Me sorprendió un poco escuchar a una persona que lo tenía todo hacer una afirmación tan categórica, dado que es un hombre atractivo, exitoso en su trabajo, un trabajo que le gusta, una familia feliz, amor, hijos sanos, salud, dinero y una increíble sonrisa con la que afronta la vida.

La felicidad es una actitud, algo que se construye y que se propicia, en definitiva, una manera de entender la vida, de vivir y es así para todos, por más motivos que tengas a favor o en contra.

Si todos los hombres reuniesen en un lugar sus infortunios, la mayoría se contentaría con devolver a casa los suyos en vez de llevarse una porción del acervo común.
(SOLÓN, 638-559 a.C.)

Partiendo de la base en que personalmente estoy en el ancho del embudo y así prácticamente la totalidad de las personas de las que me rodeo a diario, debo decir que conozco a muchísimas personas insatisfechas e incluso profundamente infelices.

En el egoísmo o la falta de generosidad que a todos nos envuelve cuando nos sentimos infelices he visto a personas buenas, alejarse de seres queridos cuyos momentos vitales eran más felices, debido a que eso los hacía sentir más miserables por agravio comparativo, sin pensar en el daño que esto les podría causar a estas personas.

Amor, sexo, trabajo, dinero, posición social, éxito, salud, familia, genio, tiempo libre, belleza, amigos, estabilidad, seguridad, emociones.... nadie lo puede tener todo, todo el rato.

Parece pues, que la búsqueda de la felicidad causa más frustraciones y tristeza que el hambre o la enfermedad, por lo que ahora voy a pasar a daros una receta buenísima de mi propia cosecha... es la 2º del blog, no se si al final voy a montar un restaurante:

- Desde que se abre los ojos por la mañana estar muy atento a todo lo que nos rodea.
- Disfrutar detenidamente de esos momentos satisfactorios y puntuales que en caso de estar menos alerta nos pasaría prácticamente desapercibidos.
- Vivir plenamente los momentos en los que te sientes pleno, feliz, relajado, muerto de la risa, despreocupado, contento, excitado, intentando ser lo más consciente posible y alejando cualquier pensamiento que pueda provocar una interrupción en ese estado.
- Buscar esos momentos lo menos posible y sobre todo no compararlos con momentos actuales menos "afortunados".
- Y sobre todas las cosas, sobre todo, deshacernos de esos pensamientos que os inundan en los momentos bajos y que nos producen malestar físico o mental. Para esto cada uno tiene sus técnicas, la mía es escribir en una barra de hielo mis mejores deseos para el anhelo que provoca el mal rollo de turno, os dejo aquí el mantra, por si a alguno le sirve:




9 comentarios:

Unknown dijo...

en una barra de hielo? y no se funde antes de que termines de escribir? jeje, jamía es que con este calorrrr...

yo cada vez saboreo más los momentos buenos :)

Chipsoni@ dijo...

Veo que no has oído la acnción que suena en el video, jejeje.

Haces bien en lo del saboreo, yo tambien soy disfrutona, como dice mi madre.

Besos.

SOMMER dijo...

Esta puta mierda de vida es así de maravillosa y enigmática. La felicidad es agoista. Nunca eres plenamente feliz. Siempre buscas el siguiente escalón (como en la pirámide de Maslow) y claro, por muy alto que estés, siempre sigue habiendo escalones.

Besos

SOMMER dijo...

El recientemente fallecido Vicente Ferrer estoy seguro que era plenamente feliz haciendo a los demás sonreir de gratitud. Su felicidad era ayudar a los demás. Para él no había escalones. Simplemente su escalón era salvar una vida más.
Para Cristiano Ronaldo la felicidad está en ganar 13 millones de euros al año en lugar de los nueve que cobraba antes. Y el siguiente peldaño está en montárselo en Beverly Hills con Paris Hilton bebiéndose botellas de champagne de 1.000 euros la botella.
Diferentes formas de percibir la felicidad. Todas válidas, pero radicalmente opuestas.

Más besos.

Anónimo dijo...

Gracias por tu receta, Chipsoni@, creo que he tenido la suerte de leerla en el momento oportuno.
Procuraré recordarla.
Gracias, de verdad.

Chipsoni@ dijo...

SOMMER, pues no se yo que decirte de Vicente Ferrer, seguro que le frustraba no savar una vida más de la que había salvado o no tener demasiado tiempo para desarrollar una vida familiar mas plena o millones de cosas, como digo antes, nadie lo tiene todo, todo el rato.

Besos.

Jean Grey, soy fan tuya desde pequeña, jajaja, bueno, me alegra haber ayudado, aunque desde ya te digo que es una actitud que requiere de un constante estado de alerta, pero te da montones de satisfacción.

Besos y suerte.

Hyku dijo...

Ay...qué bonita la canción de Albano y Romina...y la versión guarra que hacían en mi barrio mis vecinos...eso sí era felicidad...

Besos casi felices

Chipsoni@ dijo...

A mi me gusta más la del video, pero claro, no conozco la versión guarra de la de Albano y Romina de tu barrio...

Besos con besos.

Félix Amador dijo...

Qué acertada la frase.

Nunca he creído que mal de muchos...