domingo, 24 de octubre de 2010

La Marea

Había estado escribiendo con un palito en la arena de mi playa, pero estaba cansada y me tumbé a tomar el sol, amodorrada.
Escribí durante horas, de todo, de mi, de fuera, de dentro, del sol, de la lluvia, de la piel, de la sed, de la ausencia de ella.
Entonces apareciste como una ola inesperada, dejando mi orilla empapada y limpia y a mi fresca y despierta.
Ni siquiera creo que supieras lo que habías hecho, al fin y al cabo no fue a posta, una ola es una ola, llegar y alejarte es tu naturaleza.

Desde entonces no puedo evitar sonreir cada vez que sube la marea.




2 comentarios:

ninfasecreta dijo...

Poesía! Qué hermoso...

Chipsoni@ dijo...

Gracias amiga, no ha sido intencionada.